El 8 de septiembre de 1957 los jugadores del Real Zaragoza saltaban al campo para disputar su primer partido en el nuevo templo del zaragocismo, La Romareda.
67 años después el Real Zaragoza ha confiado en meteora para recordar aquella jornada en la que los aficionados vibraron con los goles de Vila, Wilson y Murillo para darle la victoria de 4-3 contra el Club Atlético Osasuna.
Aquel once inicial, capitaneado por Julio Bernad, vestía camiseta en color blanco, elaborada con algodón y rematada con el escudo del león bordado sobre un parche de fieltro. Una indumentaria que desde meteora hemos querido recrear como homenaje a un estadio que es, y va a seguir siendo, mucho más que un recinto deportivo. La Romareda ha sido testigo de la nobleza, el valor, la garra, la euforia, la derrota y la esperanza; de abrazos entre padres e hijos, hermanos, amigos y compañeros de grada.
Hoy La Romareda escribe un punto y seguido en la historia del Real Zaragoza. No es un adiós, es un hasta luego, porque “Volveremos otra vez” y porque “La Romareda siempre será mi estadio”.
